Dream of a Wedding
March 14, 2024 7:35 PM
Rosario
Argentina
(03/09/2024)
Blessings brothers! I share with you the dream that one of the sisters in our group, named Fabiana, had a few days ago. The dream is longer and there are other more personal elements in it, some parts have been summarized here to leave the main part of the message that the Spirit wants to give to the entire church.
As a clarification, it is worth saying that Fabiana never married nor does she currently have a boyfriend. This is the dream:
It was Saturday, she was at my house, my mother asked if she was ready for my wedding, which would be the following Sunday morning. She felt upset and somehow scared, because she had nothing, not even a white dress.
She insisted on her question, and when I answered “I will get married in the Church,” we suddenly found ourselves in the temple where I congregate. I said I was not ready and wanted to postpone the wedding for another week. Some young girls who entered the temple, went up to the platform, stood behind their microphones and told me: “we are ready to sing, Faby”, while many other people, happy and festive, dressed in very colorful and shiny clothes with sequins, They were leaving the Church…
My mother asked again if she was ready to marry me and where I would marry. I repeated that she would marry me right there, but she was referring to the “wedding party.” So, to satisfy her, I point to one of the side exits, and I respond that she would have the party “there.” In real life, in that place that I pointed out there is only a wall and houses on the other side, but in the dream I saw a park, a green area with trees, very beautiful, and out of the corner of my eye I could see people setting up tables with white tablecloths.
More and more surprised, I see my pastor Ezequiel and I propose to postpone the wedding for one more week, so I would have time to dress up and prepare, decorate the Church with the usual things (flowers, perhaps a carpet, etc.) but he responded very calm: “calm down, Faby. We already have everything here, don’t worry, you’ll get married tomorrow”… This, far from reassuring me, worried me more, since I didn’t know the supposed groom.
So, a couple of friends told me: “wear our dresses, Faby, why are you going to buy one?”
I looked at them, thanked them, but one of them was very tall and I told her that her dress wouldn’t fit me, and to the other, shorter and thinner, I explained that her dress would be too small for me, that I didn’t have time to fix it. And also, it had many decorations, it was not to my taste. They disappeared…
I understood that the things that at first surprised and frightened me were resolving themselves…
At some point, already more resigned to getting married the next day without preparation and without knowing the groom, a couple of young women appeared next to me and told me: “You are wrong, you believe that God is blue but in reality, he is green.” . I looked at them confused, and they said again: “The sky is green.” Right there we were transported to a beautiful place similar to a field, while I heard their voices and saw their hands pointing while they said, smiling and peaceful: “Do you see it? “Everything is green: the meadows, the trees, the plants, everything is green.” As they talked, a whole beautiful world opened up before me, full of life, bright, and I knew it was paradise.
I woke up with the feeling that the Lord was telling me something: I AM NOT ATTIRETED for the wedding and I DO NOT KNOW THE GROOM, THE BELOVED as HE wants to make himself known.
The Church MUST prepare for that wedding, and the shepherds, those who must feed the sheep, KNOW that everything is ready, that nothing is missing, but that many still live divided between spirituality and worldliness. The tables and the banquet are ready, but is the bride?
Maria Fabiana Giovannini
(Rosario, 03/09/2024)
Original Spanish Below
Sueño de una Boda
(09/03/2024)
¡Bendiciones hermanos! Les comparto el sueño que tuvo una de las hermanas de nuestro grupo, llamada Fabiana, hace unos días atrás. El sueño es más largo y hay otros elementos más personales en él, aquí se han resumido algunas partes para dejar la parte principal del mensaje que el Espíritu quiere dar a toda la iglesia.
Como aclaración vale decir que Fabiana nunca se casó ni tiene actualmente un novio. Este es el sueño:
Era sábado, estaba en mi casa, mi madre preguntaba si estaba preparada para mi boda que sería el domingo siguiente por la mañana. Me sentía molesta y de algún modo, asustada, pues no tenía nada, ni siquiera un vestido blanco.
Ella insistía con su pregunta, y cuando le respondo “me casaré en la Iglesia”, nos encontrábamos de repente en el templo donde me congrego. Yo decía no estar preparada y quería posponer la boda por una semana más. Algunas jovencitas que entraban al templo, subían a la plataforma, se ubicaban detrás de sus micrófonos y me decían: “estamos listas para cantar, Faby”, mientras muchas otras personas, alegres y festivas, vestidas con ropas muy coloridas y brillosas con lentejuelas, iban saliendo de la Iglesia…
Mi mamá volvía a preguntar si estaba preparada para casarme y dónde me casaría. Le repetí que me casaría ahí mismo, pero ella se refería a la “fiesta de bodas”. Entonces, para dejarla conforme, señalo una de las salidas laterales, y le respondo que haría la fiesta “allí”. En la vida real, en ese lugar que señalé solo hay una pared y casas del otro lado, pero en el sueño veía un parque, una zona verde con árboles, muy hermoso, y de reojo podía ver gente que disponía mesas con manteles blancos.
Cada vez más sorprendida, veo a mi pastor Ezequiel y le propongo posponer la boda por una semana más, así tendría tiempo para ataviarme y prepararme, adornar la Iglesia con lo habitual (flores, quizás una alfombra, etc.) pero él respondía con mucha calma: “tranquila, Faby. Aquí ya tenemos de todo, no te preocupes, te casarás mañana”… Esto, lejos de tranquilizarme, me preocupaba más, ya que no conocía al supuesto novio.
Entonces, un par de amigas me decían: “usa nuestros vestidos, Faby, ¿para qué vas a comprar uno?”
Yo las miraba, les agradecía, pero una de ellas era muy alta y le decía que su vestido no me quedaría bien, y a la otra, más baja y más delgada, le explicaba que su vestido me quedaría chico, que no tenía tiempo de arreglarlo y además, tenía muchos adornos, no era de mi gusto. Desaparecían…
Yo entendía que las cosas que al principio me sorprendían y me atemorizaban, se iban resolviendo por sí mismas…
En algún momento, ya más resignada a casarme al día siguiente sin preparación y sin conocer al novio, un par de jóvenes mujeres aparecen a mi lado y me decían: “Estás equivocada, Ustedes creen que Dios es azul pero en realidad, es verde”. Las miré confundida, y volvieron a decir: “El cielo es verde”. Ahí mismo fuimos transportadas a un hermoso lugar semejante a un campo, al tiempo que oía sus voces y veía sus manos señalando mientras decían sonrientes y pacíficas: “¿lo ves? todo es verde: las praderas, los árboles, las plantas, todo es verde”. A medida que hablaban, se abría delante de mí todo un mundo hermoso, lleno de vida, brillante, y supe que era el paraíso.
Desperté con la sensación de que el Señor estaba diciéndome algo: NO ESTOY ATAVIADA para la boda y NO CONOZCO AL NOVIO, AL AMADO tal y como ÉL quiere darse a conocer.
La Iglesia DEBE preparase para esa boda, y los pastores, los que deben apacentar a las ovejas, SABEN que todo está listo, que no falta nada, pero que muchos aún viven divididos entre la espiritualidad y la mundanalidad. Las mesas y el banquete están dispuestos, pero ¿lo está la novia?
María Fabiana Giovannini
(Rosario, 09/03/2024)
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